Estados Unidos encarcela a más seres humanos, tanto en números absolutos como per cápita, que cualquier otro reino del mundo. Desde 1970, el número de personas encarceladas se ha multiplicado por siete hasta los 2,3 millones en prisión y cárcel en estos días, superando con creces el auge de la población y la delincuencia.  

No todas las personas son tratadas de manera similar dentro de la máquina de justicia corrupta. El prejuicio racial mantiene a más seres humanos de color en prisiones y en libertad condicional que nunca.

Uno de cada tres niños negros nacidos hoy puede suponer visitar la cárcel en su vida, al igual que uno de cada seis niños latinos, en comparación con uno de cada 17 niños blancos.

Los seres humanos negros también tienen dificultades para la prisión preventiva a un precio mejor que los arrestados blancos con gastos e historial comparables.  

Aquí están los recuerdos de 3 seres humanos cuyas historias muestran el costo que una máquina de delincuentes abusiva e injusta cobra a individuos, familias y comunidades.